Finalmente juntos

Hay noches en las que nos mantenemos despiertos
Frente a la posibilidad de presenciar un nuevo levantamiento del Sol
Lleno de experiencias nunca antes vistas
Y repleto de recuerdos que constatan nuestra etapa vital

Pero de pronto, la ansiedad es aplazada
Detenida ante la belleza de una imagen en las alturas
Que nos hace desear que ese amanecer se demore mas
Para que puedamos seguir observando tal hermosura

Es asi como nos sentimos cuando la vemos a ella
A la mística, divina y celestial
A la que cumple su tarea rutinariamente
Y lo hace con regocijo y actitud única

Ahi vemos a la desopilante Luna

Entonces, mientras la admiramos atónitos
El amanecer nos sorprende
Y nos vuelve a obligar a menospreciar nuestros deseos
Porque da lo mejor de sí para demostrarnos que El tambien es bellísimo

Deslumbrando desde atrás de las nubes
Formando una acuarela de colores matutinos
Devolviéndonos a la realidad con sutileza viril
Compite amando platónicamente a su contrincante

Ahi vemos al implacable Sol

Sin embargo, una vez cada tanto, da lugar un evento mágico
Una situación honorable para la mente y la espiritualidad
Que rinde culto al desarrollo del misticismo humano
Y nos expone ese sentimiento extrañísimo

Mediante la unión de los amantes oponentes
La magia y el encanto divinos se muestran al mortal
Cuando en medio de una cadena de violaciones a la lógica
La desopilante Luna y el implacable Sol se unen

Ahi vemos al omnipotente Eclipse